La tendencia homofóbica reinante en España es, para mí, uno de los mayores retrocesos que demuestra nuestra sociedad, y lo cierto es que no tiene sentido. Los homófobos españoles utilizan argumentos irracionales del tipo "da asco" o "es antinatural" para defender sus posturas ante la comunidad gay, pero ¿se pueden aceptar como válidos estos argumentos?
La mayoría de las razones que da una persona para defender la homofobia y castigar a la persona homosexual están basadas en la moral cristiana (si, esa doble moral antitética que se contradice entre la teoría y la práctica). Según el cristianismo que nos enseñan, la ley natural de Dios dice que el hombre tiene que unirse a la mujer para que de esta unión la especie se perpetue. Cualquier utilización del sexo que no tenga este fin es pecado. Supongo que cuando un cura abusa de un niño no debe contar...
Lo cierto es que esa homosexualidad que tanto castigan los sectores eclesiásticos es más antigua que el propio Dios que lo considera pecado. La homosexualidad acompaña a la humanidad desde tiempos de la Edad Clásica, donde los griegos y romanos antiguos la practicaban sin tapujos ni complejos e, incluso, la consideraban más factible que la unión natural de hombre y mujer (aunque los romanos le ponían más restricciones por nivel social). Según Sócrates, el verdadero amor es el amor homosexual, aunque más que de forma carnal de forma espiritual e intelectual. Supongo que en esta época ya reinaría cierto machismo.
Y es que es la Iglesia la principal promotora de este odio irracional y sin sentido. Su deseo por controlar a la población y sus ideas que, aunque filosóficamente aceptables, derivaron en odio a todo lo que no fuese igual a ellos, consiguieron matanzas y violación de derechos de miles de personas por el simple hecho de sentir atracción por su mismo sexo.
La homofobia en España debe acabar, principalmente porque la mayoría de los homófobos ni siquiera saben por qué lo son. Los argumentos de "son enfermos", "dan asco" o "es una vergüenza", están sacados de la época oscura de la dictadura franquista, en la cual se alababa a un militar ultracatólico como a un dios y se tomaban por ejemplo sus ideas fascistas, intolerantes, cerradas, absurdas, violentas e irracionales sobre cómo debía ir el mundo.

El segundo paso es la normalización. Algo que has aceptado es algo normal. No es ni bueno ni malo, simplemente es, y eso pasa con la homosexualidad. Según Kinsey, la mayoría de la población es bisexual en cierto grado (hay pocas personas que sean homosexuales o heterosexuales puras), habiendo mantenido relaciones sexuales con ambos sexos a lo largo de su vida. Siguiendo este estudio, ¿qué nos puede hacer pensar que la homosexualidad es mala? Además, determinadas especies de mamíferos (como los bonobos), demuestran conductas homosexuales puntuales, con lo que queda demostrado que la innaturalidad de la homosexualidad es otro invento del cristianismo (basado en las leyes naturales del estoicismo).

La solución a la homofobia pasa por la separación de Iglesia y Estado, las campañas de aceptación de diferentes orientaciones e identidades sexuales y la búsqueda de un mundo igualitario en el que lo único importante sean las acciones y no las ideas. Así, conseguiríamos acabar, por ejemplo, con el bullying que se da a chavales gays en las clases, el secretismo que tienen algunas parejas casadas heterosexuales en las que uno de los dos es gay o las ganas de maternidad/paternidad de buena gente que no puede adoptar por convenciones sociales sobre lo que es una familia.
En este país hemos llegado a un punto crítico en el que da más asco ver a dos hombres/mujeres besándose que ver a un niño en la calle pasando frío y muriéndose de hambre, a un banquero robando millones a familias que solo querían hacer su vida o a políticos mentirosos prometiendo cosas que luego no cumplen. Eso sí debería ser motivo de desagrado.
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