lunes, 3 de junio de 2013

Ruido

Ruido. Es lo único que escuchas. ¿Es ruido o es música? Solo el puto niño lo sabe. El hijo de los vecinos: “qué mono, qué rico”. Y una mierda. Si fuera tan mono ya se habría callado y me dejaría estudiar. Debería haber ido a la biblioteca, pero es que luego no estudio. Voy a mirar Twitter. ¿Un vídeo? Bah, la gilipollez de siempre. ¿Una foto? “Ola k ase”. Qué ingenioso, lo habrá descubierto ahora. Debería tuitear que la gente es estúpida. No, mejor dicho, debería estar estudiando.

Dos horas. Dos horas ya y no he abierto el libro. No pasa nada, tú concéntrate y ya está. “Las proteínas son...” una mierda. Eso es lo que son. A veces pienso que esta asignatura no vale para nada: nos preguntan lo mismo de dieciocho formas distintas y luego nos dicen que esto te vale de base, que ni te sirve para futuros años, aunque en realidad me gusta. Y el profesor es majo. Y... mierda, otra vez me he desconcentrado. Debería ponerme algún cartel en plan “¿Qué haces leyendo esto? ¡Estudia!”. Vale, empecemos otra vez: “las proteínas son...”.

Y no sé por qué pero ya han pasado tres horas desde que el puto niño hacía ruido. Y sigo sin estudiar. “No es culpa mía, mamá, es culpa de WhatsApp”. Y de Tuenti. Y de Facebook. Y de los Angry Birds. Eso, es culpa de los Angry Birds. ¿Por qué unos cerdos roban huevos de pájaros con superpoderes? Es culpa de los cerdos.

Debería ponerme música. Tumbarme en la cama, escuchar Mr Brightside de The Killers, recordar que a mí también me los ha puesto y olvidarla. Pero no, Luna es especial. Luna es cojonuda. Luna es la hostia. Luna debería desaparecer de mi mente ya, pero soy tan gilipollas que me pongo música para recordarla. Supongo que esto es el amor. Bonito amor kamikaze. Y yo: valiente gilipollas.

Vale, me voy a dormir. Que le follen al examen, que le follen al niño del vecino, que le follen a Luna y a las proteínas. El de Youtube de “Me cago en la Biología” tenía razón. Ahora solo hay que poner la cabeza en la almohada, cerrar los ojos y... Ruido. Siempre ruido. 

[Este relato me lo publicaron además en Oído Interno, la revista de los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid]

1 comentario:

  1. Deberías poner también un link al blog de Oído Interno, no? jajaja.
    Estás un poco loco, Raúl, pero me caes bien. Aunque a veces me plantee seriamente qué eres capaz de pensar de mí o de cualquier persona que te rodea, por estar prevenida si te da un instinto psicópata anti-sociedad-ruidosa de los tuyos ;P

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